Diseñados para la eliminación de virus y bacterias presentes en el aire, por medio de la generación de ozono.
Su principio consiste en transformar el oxígeno, presente en el aire, en OZONO. El ozono es un poderoso oxidante que actúa 10 veces más rápido que el cloro y tiene la ventaja de tener una vida útil muy corta, que dura entre 20 y 60 minutos aproximadamente, por lo que después de su aplicación en recintos cerrados no deja ningún tipo de residuo y, siguiendo las recomendaciones del fabricante, resulta seguro retornar al recinto.
El equipo es ideal para la aplicación en ambientes cerrados, ya que dado su estado gaseoso, puede llegar a todos los rincones del lugar con mucha eficacia, penetrando superficies porosas como colchones, sillas o cojines y asegurando que todo sea desinfectado por medio del Ozono, además es capaz de desinfectar los filtros de los aires acondicionados y las tuberías de recorrido para aires centrales.
Los equipos pueden ser diseñados para tratamientos de choque o de mantenimiento, y pueden ser instalados en cualquier parte donde haya una buena circulación de aire.